El Pabellón Alemán ha sido diseñado Ludwig Mies van der Rohe y fue el pabellón que represento a Alemania en la exposición internacional que se celebró en Barcelona, en el año 1929. Dentro del recinto de la exposición internacional, el emplazamiento del Pabellón alemán fue elegido por el propio arquitecto en un lugar un poco apartado, fuera del eje principal de la exposición donde se encontraban los grandes edificios que se construyeron para la ocasión. Además sorprende el modesto tamaño del pabellón, ya que es incluso más pequeño que una vivienda unifamiliar.
El edificio estaba construido sobre un podium cubierto de travertino, sobre el que además del edificio había dos estanques.
El acceso se producía a través de una pequeña escalera cerca del podium.
La estructura poseía ocho pilares de acero en forma de cruz que sostenían una cubierta plana. Completaban la obra unas paredes interiores, exentas de la estructura, hechas de grandes piezas de mármol, así como grandes cerramientos acristalados.
La impresión total es la de un espacio lujoso creado mediante planos perpendiculares en las tres dimensiones. ´
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